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19 febrero 2014 3 19 /02 /febrero /2014 17:14



Los bebés lloran. No hay forma de evitarlo. Así comunican que tienen hambre, les duele algo, o necesitan dormir, entre otras cosas.

¿Cómo pueden los papás interpretar lo que quiere decirles su bebé con sus llantos?

Puede resultarte difícil al comienzo, pero gran parte de la crianza de los hijos se basa en probar y equivocarse, y pronto aprenderás a adivinar sus necesidades, leer sus señales de aviso y consolar sus lágrimas.

Incluimos las razones más comunes por las que lloran los bebés. Si tu pequeño está llorando, consulta la siguiente lista. Seguramente encontrarás algo que lo alivie.

1. Hambre

Una vez que aprendas a reconocer las señales de que tu bebé tiene hambre lograrás darle de comer antes de que comience a llorar. Algunas de ellas incluyen: está inquieto, hace chasquidos con los labios, vuelve la cabeza hacia tu mano cuando le tocas la mejilla, y se lleva las manitas a la boca.

Entérate si es normal que tu bebé escupa mucha leche o vomite.

2. Tiene el pañal sucio

Algunos bebés te lo comunican enseguida cuando necesitan que les cambien el pañal. Otros pueden tolerar un pañal sucio durante bastante rato. De cualquier forma, esto es fácil de observar y sencillo de solucionar.

3. Necesita dormir

¡Qué suerte tienen los bebés! Cuando están cansados, pueden simplemente echarse a dormir, donde sea y cuando sea. O, por lo menos, eso es lo que creen los adultos.

En realidad, no es tan fácil como parece. En lugar de quedarse dormidos, los bebés pueden ponerse irritables y llorar, especialmente si están demasiado cansados.

Es recomendable poner a tu bebé a dormir en cuanto bosteza por primera vez en lugar de esperar hasta que el cansancio lo altere.

4. Quiere que lo tengas en brazos

Los bebés necesitan muchos cariños. Les gusta ver las caras de sus padres, escuchar sus voces y sentir los latidos de su corazón, y pueden incluso detectar su olor particular. Llorar puede ser su forma de pedir que lo cargues en brazos.

Quizás te preguntes si lo estás "malcriando" teniéndolo en tus brazos tanto tiempo, pero durante los primeros meses de vida no lo vas a malcriar. Para darles a tus brazos un poco de descanso, puedes llevarlo en una mochila delantera portabebés o en un rebozo.

5. Problemas de estómago (gas, cólico y más)

Los problemas de estómago asociados con gas y cólicos pueden causar muchos ataques de llanto. De hecho, la condición conocida como cólico se define como un llanto inconsolable al menos tres horas al día y tres días a la semana, y por lo menos tres semanas seguidas.

Si tu bebé se pone irritable y llora a menudo justo después de comer, quizás tenga dolor de estómago. Muchos padres aseguran que las gotas antigases que se pueden comprar sin receta o un agua medicinal preparada con hierbas y bicarbonato de sodio (conocida en EE.UU. como gripe water) son mano de santo. Pero consulta con tu doctor antes de darle a tu bebé cualquier remedio.

Para encontrar más ayuda, descubre nuestras 21 estrategias para calmar a un bebé que padece cólicos.

Incluso si tu bebé no tiene cólicos y nunca se ha puesto irritable después de comer, tener muchos gases ocasionalmente puede dejarlo hecho un mar de lágrimas. Si sospechas que esto es lo que le sucede, prueba algo sencillo para ayudarle a sacar el gas, como acostarlo sobre su espalda, sujetar sus pies y mover sus piernas en círculos como si estuviera pedaleando una bicicleta.

Existen otras causas por las cuales tu bebé puede padecer de dolor de estómago. Entre éstas se incluyen: reflujo gastroesofágico, gastroenteritis o "gripe estomacal”, alergia a la leche o intolerancia a la lactosa, estreñimiento y cambios en la dieta así como obstrucción intestinal.

Lee más en detalle sobre el dolor de estómago en los bebés.

6. Necesita eructar

Si tu bebé llora después de comer, quizás necesite eructar.

Los bebés tragan aire cuando lactan o beben de un biberón, y si no sacan el aire pueden sentirse incómodos. A algunos bebés les molesta muchísimo tener aire en el estómago, mientras que otros no parecen necesitar eructar demasiado (para ideas sobre cómo ayudarlo a eructar, consulta nuestro artículo).

7. Tiene demasiado frío o demasiado calor

Cuando tu bebé sienta frío, por ejemplo, cuando le quites la ropa para cambiarle el pañal, o le limpies las nalguitas con una toalla húmeda, te expresará a través del llanto que se siente incómodo.

A los recién nacidos les gusta estar abrigados y calentitos. Como regla general, necesitan tener una prenda de abrigo más que tú para sentirse cómodos. Es menos probable que se quejen de tener demasiado calor que de tener mucho frío y tampoco llorará de manera tan enérgica.

8. Algo pequeño le molesta

Los bebés se pueden sentir incómodos por algo difícil de notar como un cabello enroscado con fuerza en un dedito del pie o de la mano que le corta la circulación. Ésta es una de las primeras cosas que comprueban los doctores cuando examinan a un bebé que llora sin motivo aparente. Y algunos bebés son muy sensibles a las etiquetas de la ropa o a telas rasposas, así que puedes cortarle las etiquetas a su ropa o ponerle prendas suavecitas.

9. Dentición

La dentición puede ser dolorosa cuando cada dientecito empuja a través de las tiernas encías. Algunos bebés sufren más que otros, pero todos tenderán a estar irritables y a llorar en un momento dado.

Si parece que a tu bebé le duele algo, pero no estás segura de qué es, pásale un dedo por las encías. Quizás te sorprenderás al descubrir el bultito duro de un diente de leche que está a punto de salir.

El primer diente suele salir entre los 4 y los 7 meses, pero puede salir antes.

Lee más sobre la dentición y cómo aliviar el dolor que causa.

10. Quiere menos estimulación

Si bien los bebés aprenden de la estimulación que ofrece el mundo que les rodea, a veces les puede resultar difícil procesarlo todo y pueden sentirse abrumados con tanta actividad: las luces, el ruido o que lo pasen de mano en mano. El llanto es su forma de expresar que "ya ha sido suficiente por hoy".

Si tu bebé empieza a llorar desconsoladamente, llévalo a algún lugar tranquilo, y déjalo desahogarse un rato. Después haz alguna actividad tranquila para consolarlo, como acunarlo, o cantarle una canción de cuna.

A muchos bebés les gusta que los envuelvan bien apretaditos en una cobija (manta), como si fuera un tamalito. De esa manera se sienten más seguros cuando todo a su alrededor les parece abrumador. Si tu bebé ya es mayorcito como para que lo envuelvas como tamalito o si no le gusta eso, trata de sacarlo a un lugar sereno mientras se calma.

11. Quiere más estimulación

Tu nene puede ser uno de esos bebés “exigentes” y extrovertidos que siempre quieren explorar. Es posible que la única manera de calmarlo cuando llora es manteniéndolo activo. ¡Esto puede ser muy pesado para ti!

Puedes pasear a tu bebé en una cangurera, mochila frontal o rebozo. Llévalo a grupos de juegos o visita a amigos que tienen bebés. También pueden ir a la hora de cuentos para bebé en tu biblioteca local, al zoológico o al parque.

En este video podrás ver cómo cargar a tu bebé en una cangurera, mochila frontal o rebozo.

12. No se siente bien

Si acabas de alimentar a tu bebé y de cerciorarte de que está cómodo, pero todavía sigue llorando, quizás es porque está a punto de caer enfermo. Tómale la temperatura para ver si tiene fiebre y observa si presenta algún otro signo de enfermedad.

El llanto de un bebé enfermo suele ser distinto del llanto de un bebé que tiene hambre o está frustrado. Si el llanto de tu bebé suena como que "algo va mal", confía en tu instinto y llama al doctor.

Qué hacer si tu bebé sigue llorando

Algunas veces es posible que no puedas entender qué le está ocurriendo a tu bebé.

Los bebés tienen sus buenas razones para llorar, pero ni los padres más experimentados pueden leerles la mente, y los bebés no pueden expresar con palabras lo que les pasa.

Por suerte puedes consolar a tu bebé incluso cuando no sabes qué le pasa. Encontrarás muchos métodos probados en nuestro artículo: Qué hacer cuando tu bebé llora sin motivo aparente. Lee también qué puedes hacer si tu bebé no se deja consolar

Otros temas útiles:



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31 octubre 2012 3 31 /10 /octubre /2012 22:08

Algunas ideas para trabajar en otoño


Quizás algunas ideas no sean muy originales pero no dejan de se atractivas para los niños y también para los grandes... Apreciemos la paleta de colores que nos regala otoño!

Aquí les dejo las actividades posibles:


*Salir a pasear por el parque, observar los cambios en la naturaleza y los colores del otoño, recoger hojas e identificar el árbol a que pertenecen.

*Jugar con hojas amontonarlas,pisarlas para escuchar su sonido,lanzarlas al aire, olerlas.


*Recolectar hojas caídas. En la sala: las comparamos, clasificamos por tamaño, forma, colores.



*Imaginar por su forma a que pueden parecerse para crear dibujos con ellas .

*Hacer una exposición en la sala con fotos y reproducciones de pinturas de diferentes artistas sobre el otoño.
Observarlas y conversar sobre qué sensaciones producen,describir las que más les gusten,identificar distintas tonalidades,reconocer colores cálidos.
Preparar esos diferentes colores con témperas para que los niños realicen una expresión libre.


*Realizar una expresión corporal con música apropiada jugando a que son hojas de otoño que el viento las mueve individualmente , las arrastra , las junta haciendo remolinos.

*Canción El Otoño(un video que edité con fotos otoñales y la canción del grupo infantil Mazapán)


  • Narrar un cuento de una hojita traviesa donde vaya viviendo distintas aventuras con el viento, la lluvia, el frío, su cambio de color, algunos amiguitos como un pajarito, una mariposa, una mosca, etc. o algún animalito que duerma.
  • Dramatizar el cuento, imitar a los personajes.
  • Dibujar alguna escena del cuento.
  • Cambiar el final del cuento.
  • Hacer ruidos con instrumentos no convencionales tratando de imitar los sonidos del: viento, de las hojas secas, de los pajaritos, de la lluvia, del ruidito que hacen los animalitos cuando caminan sobre las hojas secas, etc.
  • Dibujar a los personajes, recortarlos y armar la escena del cuento en un afiche, se puede utilizar alguna técnica conocida por los nenes.
  • Con material descartable inventar títeres de los personajes, crear diálogos. Resaltar las características del otoño.
  • Recortar fotografías de revistas o traer de casa con ayuda de los papis, imágenes de comidas, animalitos, vestimentas, características del otoño, fotos de árboles, etc. Cuando juntamos todas las imágenes, podemos clasificarlas y armar un álbum o carpeta con" las cosas de otoño".
  • Investigar que cosas se usan en otoño, cuando hace frío y no volvemos a usar cuando hace calor. Por ejemplo: bufanda, guantes, gorros, calefactor, pulover, paraguas, leche caliente, helados, mallas, mosquitos, sombrilla, playa, etc. Dibujarlas. Intentar escribir los nombres.
  • Salimos a recolectar hojas caídas. En la sala: las clasificamos, comparamos, las olemos, clasificamos por tamaño, forma, cuáles están totalmente amarillas, cuáles tienen pintas amarillas, y cuáles aún están verdes.
  • Armanos una escena con fibras y pegamos pedacitos de hojitas en nuestro trabajo.
  • Dibujamos un gran árbol con ramas en un afiche y entre todos pegamos hojas en la copa, algunas en las ramas y otras en el suelo. Decoramos la sala con este afiche de "BIENVENIDO SEÑORÑO"
  • Recortamos hojas en papeles de colores: amarillas, naranjas, marrones, y con ellas armar guirnaldas siguiendo una secuencia, decorar las ventanas y las paredes. Se pueden también recortar en hojas blancas y pintar con témperas.
  • Sobre una hoja recortada en cartulina, aplicar diferentes técnicas (trozado, picado, pluviomanía, sellos de esponja con témpera dorada, etc.)
  • Inventar acciones que pueden realizar las hojitas de otoño, inventar versos con rima. Por ej: "La hojita de jazmín se pasea por el jardín" "La hojita de laurel navega en un barquito de papel". "La hojita que está amarilla se saca sus zapatillas"."Esa hojita pizpireta se cayó con su patineta", pueden surgir cosas muy graciosas.
  • Entregar a cada niño una hoja recortada en papel madera para que la pegue sobre su hoja de trabajo y dibuje allí la acción que puede hacer su hojita, dibujarle la carita, manitos, etc. El docente puede escribir al lado de cada trabajito el verso o la oración describiendo a la hojita traviesa (la que nos dice el autor del dibujo)
  • Estampar hojas sobre telas con pinturas para telas, se puede confeccionar un regalito para la mamá, o las guardas para la cortinita de la sala, etc.
  • Con ayuda de los papás; escribir mensajes, frases, rimas, actividades de otoño y pegarlas sobre hojitas y con ellas formar un gran árbol para decorar el jardín.
  • Leer poesías del otoño, dramatizarlas, inventar otras, dibujar lo que nos dice la poesía que leímos o inventamos.

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31 octubre 2012 3 31 /10 /octubre /2012 22:03

Caracteristicas evolutivas del niño de 1-2 años

 

 

§     Desarrollo psicomotor:

 

            A esta edad el niño pasa por diferentes fases de desplazamiento desde el volteo y el gateo hasta que logra caminar él solo. Entre estas fases el niño debe vencer la dificultad que le supone mantener el equilibrio, primero sobre algún punto de apoyo (una persona, una barandilla, un mueble…) para finalmente permanecer de pie sin ayuda alguna. Es en este momento cuando el niño logra dar sus primeros pasos. A medida que domina la acción de caminar puede ir combinando dicha acción con otras de manera simultánea, como caminar y volver la cabeza hacia atrás, portando objetos…

 

            La posibilidad de caminar le abre al niño un enorme abanico de posibilidades, ya que le permite explorar el entorno de un modo mucho mas amplio. Debemos facilitarle y animarle su espíritu aventurero, pero siempre bajo la vigilancia de un adulto, ya que el niño no es conciente de los peligros que le rodean. Al final de esta etapa es capaz de correr, saltar, dar patadas a una pelota, bajar escaleras solo…

 

            En cuanto a la motricidad fina del niño a lo largo de su segundo año, pasando de movimientos torpes a la hora de manipular objetos (lanzar una pelota, manejar una pintura) a movimientos  precisos. Al final de este año el niño es capaz de enhebrar una cuerda en un agujero grande, o introducir monedas en la ranura de una hucha, realizar trazos circulares, en incluso manejar la cuchara.

 

§     Desarrollo cognitivo

 

            En este segundo año de vida, las acciones del niño comienzan a caracterizarse por tener una intención. El niño no actúa porque sí, limitándose a responder a los estímulos, sino que comienza a comprender las consecuencias que tienen las acciones, mediante la experimentación y el descubrimiento por ensayo-error.

 

            Comienza también a desarrollarse la comprensión de la permanencia de los objetos, esto es, comprende que aunque un objeto desaparezca (porque lo escondamos por ejemplo) sigue existiendo, y es un buen momento pues para realizar juegos de aparecer-desaparecer.

 

            En torno a los 18 meses, empieza a realizar pequeñas asociaciones y emparejamientos y entender algunos conceptos (grande-pequeño, colores…).

 

§     Desarrollo del lenguaje

 

            La adquisición del lenguaje comienza primero por la comprensión de palabras (juguetes, objetos cotidianos de frecuente uso, algunos animales o partes del cuerpo…) o órdenes (del tipo: dame o toma), a la que posteriormente se unen las primeras emisiones del niño.

 

            En cuanto a la comprensión comienza entendiendo órdenes y respondiendo a ante estas. Reconoce objetos al nombrarlos y los señala. Cuando le enseñamos objetos debemos acompañar su nombramiento señalando el objeto y posteriormente limitarnos a nombrar el objeto sin indicarlo gestualmente, para comprobar que el niño comprende y asocia realmente la palabra al  objeto.

 

            En cuanto a la emisión de palabras, el niño comienza apoyando sus verbalizaciones con gestos (por ejemplo, señala el biberón y pide agua). Es  frecuente el uso de onomatopeyas para nombrar algunos objetos o animales. Debemos respetar esta etapa por la que pasa el niño, pero corregirle repitiendo el nombre del objeto o animal correctamente para que vaya interiorizando el nombre real.

 

            Hacia los 18 meses su vocabulario ronda las 10 palabras (normalmente juguetes o personas cercanas, aunque también puede nombrar alimentos o partes del cuerpo).

 

            Sus primeras frases constan solo de una palabra, y al final de este año el niño es capaz de construir frases de tres palabras.

 

 

§     Desarrollo personal-social:

 

            Durante su segundo año de vida el niño adquiere una serie de habilidades que permiten iniciarse en el desarrollo de su autonomía.

 

            A la hora de vestirse comienza quitándose una manga de la chaqueta, después se quita y pone alguna prenda sencilla y puede llegar incluso a abrocharse una cremallera.

 

            En la alimentación, hacia los 18-20 meses podemos iniciar al niño en el manejo de la cuchara.

 

            Hacia el 15º mes de vida, el niño puede participar de su cuidado e higiene lavándose las manos, y a partir del año y medio podemos comenzar a colaborar con el niño para que controle sus esfínteres, observando las horas en las que habitualmente reposiciona y orina, ayudados por su interés por comunicarnos sus ganas de ir al baño.

 

            En cuanto a la socialización, el niño comienza a tomar conciencia y distinguir entre él mismo y la gente que le rodea. Su juego empieza siendo de un modo solitario, pero poco a poco se relaciona con sus compañeros, comparte juguetes…

 

            El niño tiende a imitar todo lo que le rodea, y repetir las gracias que observa en los que le rodean, principalmente si se trata de adultos.


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31 octubre 2012 3 31 /10 /octubre /2012 21:59

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13 abril 2012 5 13 /04 /abril /2012 23:47

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30 enero 2012 1 30 /01 /enero /2012 18:41

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23 agosto 2011 2 23 /08 /agosto /2011 22:45

Uno de los juegos más ingeniosos y divertidos para disfrutar en familia y con los amigos son las adivinanzas. Aparte de lo divertido y entretenido que es, las adivinanzas ayudan al niño a aprender a asociar ideas y palabras, a aumentar su vocabulario, etc.

Las adivinanzas son dichos populares, juegos infantiles de ingenio que tienen como meta entretener y divertir a los niños contribuyendo al mismo tiempo a su aprendizaje, y a la enseñanza de un nuevo vocabulario. También llamadas acertijos, las adivinanzas son un pasatiempo ideal para las horas de juego con los niños.

Además, si conoces alguna otra adivinanza y quieres compartirla con nosotros: Enviar adivinanza

¡No esperes más, prueba nuestras adivinanzas y verás cómo tu hijo se divertirá un montón!

Adivinanzas infantiles
Alto alto como un pino,
pesa menos que un comino.
El humo
Una casita con dos ventanillas
Si la miras, te pones bizco.
La nariz
Tengo patas y no ando, soy plana
y no canto, seme apoyan para
escribir y no te puedo hacer reir.
La mesa
(Enviada por Felix Chamorro)
Todos me pisan a mí,
pero yo no piso a nadie;
todos preguntan por mí,
yo no pregunto por nadie.
El camino
Todo el mundo lo lleva,
todo el mundo lo tiene,
porque a todos les dan uno
en cuanto al mundo vienen.
El nombre
Blanca por dentro,
verde por fuera.
Si quieres que te lo diga
espera.
La pera
Mi casa la llevo a cuestas,
tras de mí dejo un sendero,
soy lento de movimientos,
y no le gusto al jardinero.
El caracol
Una señorita muy señoreada,
que siempre va en coche
y siempre va mojada
La lengua
(Enviada por Lola Bargueño)
Somos muchos hermanitos,
en una sola casa vivimos,
si nos rascan la cabeza al instante morimos.
Los fosforos
Adivina quién soy:
cuanto más lavo,
más sucia voy.
El agua
Quién es el que bebe por los pies?
El árbol
Fui a la feria compré una bella llegué a la casa y me puse a llorar con ella.
La cebolla
Oro no es, plata no es, abre la cortina y veras lo que es.
El plátano
(Enviada por Kiko Flores)
¿Qué será, qué es:
mientras más grande, menos se ve?
La oscuridad
Una cajita chiquita,
blanca como la cal:
todos la saben abrir,
nadie la sabe cerrar.
El huevo
Todo el mundo lo lleva,
todo el mundo lo tiene,
porque a todos les dan uno
en cuanto al mundo vienen.
El nombre
Tiene ojos de gato y no es gato,
orejas de gato y no es gato;
patas de gato y no es gato;
rabo de gato y no es gato.
La gata
Todos me pisan a mí,
pero yo no piso a nadie;
todos preguntan por mí,
yo no pregunto por nadie.
El camino
Si lo nombro, lo rompo.
El silencio
¿Quién es el que bebe por los pies?
El árbol
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23 agosto 2011 2 23 /08 /agosto /2011 22:29

Ya no hace tanto calor como antes. Los recuerdos de las vacaciones se van quedando atrás y ahora el momento exige un nuevo desafío para la familia: el ingreso o la vuelta al colegio, a la escuela o a la guardería. Todo eso supone más disciplina, cumplimiento de horarios, compra de ropa o de uniformes, de libros, y una infinidad de compromisos que exigen un esfuerzo tanto para los hijos como para los padres. Para muchos de ellos, la entrada en el colegio o la vuelta a las aulas representa un cambio demasiado radical.

La vuelta al colegio

Año tras año, la situación se repite y supone un considerable esfuerzo para reajustarla. La adaptación o la readaptación es un proceso, que suele durar aproximadamente una semana, siempre que el ambiente escolar y familiar sea el adecuado. Todo dependerá de la actitud que tengan los educadores y los padres. Ambas partes tendrán que estar preparadas para transmitir a los niños una impresión positiva de lo que representa ir o volver al colegio, y apoyarles en la transición de las vacaciones a las clases. Para afrontar esta tarea, este material podrá ayudar a muchas familias a cargar las pilas y recuperar la ilusión por el inicio de un nuevo año lectivo. Al final, todo se supera, se arregla y se controla, con alguna dosis de paciencia y comprensión.

Cambios de vida y nuevos horarios

Las vacaciones permiten que los niños estén más relajados, sin prisas para ir a la cama, ni para madrugar. Por eso, cuando vuelve a sonar el despertador todo cambia. A parte de los horarios, el niño seguramente se enfrentará también a otros cambios: nuevos profesores, nuevas materias, nuevo grupo de compañeros y, algunos, nuevo colegio. En cualquier caso, el ánimo de los padres debe ser esencialmente positivo para su hijo, sobre todo, porque la vuelta al colegio supone volver a las obligaciones: hay que estudiar y hacer deberes. Estos cambios provocan algunas alteraciones en el estado de ánimo de los niños y, aunque al principio, volver al colegio supondrá un gran esfuerzo, con el paso de los días se irá amenizando. Pero, hablando de cambios, el más importante será el que experimentarán los niños que este año irán por primera vez al colegio o a la escuela infantil. Pasarán de estar en casa a compartir el ambiente escolar con otros niños y a estar bajo la responsabilidad de otras personas y sujetos a otras reglas.

Proceso de adaptación al colegio

Cuando el niño va a la guardería o la escuela por primera vez, normalmente, se aplica un horario de adaptación para que, poco a poco, se vaya acostumbrando a la nueva realidad. Todo dependerá de la disponibilidad de tiempo que tengan los padres y de las normas de la escuela. Aunque algunos padres prefieren dejar al niño cumpliendo su horario íntegro en la guardería desde su primer día, otros consideran que es beneficioso que disponga de unos días para ir ampliando este horario, una hora más cada día por ejemplo, para adaptarse a la nueva realidad. De todos modos, es necesario tener mucha paciencia y comprensión con los niños, y a la vez mostrarles mucho entusiasmo con el desarrollo de su nueva actividad escolar. Para los niños mayores, los "veteranos", la adaptación casi siempre no es un problema. Depende mucho de su carácter. Cada niño reacciona de una forma distinta y en esta situación no se debe hacer comparaciones.

La postura de los padres

Tanto para el ingreso como para la vuelta a la escuela o al colegio, es fundamental que el niño cuente con el apoyo y el ánimo de sus padres. Es necesario que el ambiente familiar sea favorable en casa para que el niño se sienta más seguro y apoyado para adaptarse a su nuevo ritmo de vida. El comportamiento que manifieste tu hijo será variable. Ten en cuenta que ellos reaccionan a los cambios del mismo modo que nosotros, los adultos. Es como cuando vamos a un trabajo por primera vez. Nos ponemos nerviosos, ansiosos, y a los niños se les pasa lo mismo, aunque lo exterioricen y manifiesten de una forma distinta. Por esta razón, los padres debemos hablar con nuestros hijos acerca de la nueva situación, transmitirles confianza, pedirles su colaboración y su comprensión, y demostrarles lo seguros y tranquilos que estamos de que ellos se vayan al colegio. Es necesario destacarles los cambios positivos y participar con ellos en todo el proceso, es decir, comprar los libros y forrarlos con ellos, ordenar la ropa o el uniforme y acompañarles al colegio, por lo menos, durante la primera semana. En resumen, que los padres hablen con sus hijos de sus capacidades, ilusiones, habilidades y expectativas hacia esta nueva etapa, contribuirá a que los niños se sientan arropados y capacitados para salir adelante ante las dificultades que se les puedan presentar, fomentando así su autoestima.

Cómo puedes ayudar a tu hijo con la vuelta al colegio:

1. Forra con él los libros e identifícalos con su nombre.

2. Ayuda a tu hijo a eligir el material escolar que desee usar como lápices, cuadernos o ropa (en el caso de que no use uniforme). Es importante que el niño participe con su opinión en las compras.

3. Deja que tu hijo elija la mochila de sus libros y su estuche.

4. Ayuda a tu hijo a que se vaya adaptando al horario escolar un par de semanas antes del inicio de las clases.

5. Ármate de paciencia, sobre todo, durante la primera semana.

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23 agosto 2011 2 23 /08 /agosto /2011 22:26

Los niños suelen enfadarse y sacar mal genio por diversas razones. Desde el tener que levantarse temprano, hasta no poder ver la televisión cuando quiere. Aparte de eso, los niños suelen enfadarse porque tienen que irse al colegio cuando quieren estar sin hacer nada en casa, cuando no quieren irse a dormir en la cama, y por lo general por las cosas que no pueden cambiar.

1- Que el niño con mal genio haga mucho ejercicio físico. Juegue al aire libre y practique su deporte favorito. El kárate está muy indicado para los niños que quieren dominar su genio.
2- Que el niño se sienta lo suficientemente seguro y convencido de que, con la ayuda de sus padres, él podrá controlar su temperamento.
3- Que el niño aprenda a expresar sus sentimientos con palabras. Decir qué es lo que le molesta y fastidia, antes de perder el control de otra forma.
4- Que el niño consiga desconectarse de la situación que le molesta. Por ejemplo, si se enfada con alguien, mejor que se aleje un rato de esta persona y solo recupere el contacto cuando esté más calmo.
5- Que el niño se acostumbre a pensar en su habitación. Si el niño explota con los padres o hermanos, debe ser enviado a su habitación para pensar y calmarse. Que él vea que eso no es un castigo y sí una manera de tranquilizarse.
6- Que el niño sea animado a exteriorizar lo que siente, bailando, escuchando música, tocando un instrumento, escribiendo, dibujando, pintando... También a probar el ejercicio de “sé como un volcán”: que se ponga de pie con los pies bien juntos. Junta las palmas de las manos delante del pecho y aprieta una contra la otra. Luego separa las piernas de un salto al tiempo que levantas las manos por encima de la cabeza y después las separas dejándolas caer a ambos lados del cuerpo. Mientras lo hace, emite el sonido explosivo (¡PUUUFFFF!). Pide al niño que él se imagine siendo un volcán, expeliendo fuego, lava y vapor. Al terminar, el niño debe hacer tres inspiraciones profundas. Es muy probable que el enfado que él sentía se haya perdido.
7- Que el niño se de cuenta que sus esfuerzos para controlar los impulsos tienen buenos resultados.

Es muy importante que los padres del niño no se porten de igual manera que ellos, en su mal genio. Y que sean, ante todo, un ejemplo de tranquilidad y serenidad al hablar con ellos, incluso cuando están enfadados. Cuando el niño esté nervioso, lo mejor es no reñirle ni juzgarle. Eso empeorará la situación. Mejor permanecer en silencio.

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